momenticos
¡Que olor a humano que hay
en esta casa!
no se puede estar,
un perro le dice a otro.
La luna se pone a mirar la
tierra
que esa noche se ve bien
redonda entre las estrellas.
Un punto se quiso poner al
principio,
¡sólo por hoy! pidió.
Un girasol de un campo de
Brandsen se colgó mirando unos pájaros.
Y los animales no cruzan
las rutas por miedo a los humanos sueltos.
Mientras una piedra
tropieza siempre con el mismo hombre,
un río se sienta a la
orilla de una mujer.
Contempla sus ojos cristalinos,
puros.
La ribera de sus pechos
salpicada con las olas del cabello
y se pregunta:
¿cómo es capaz la
naturaleza
de crear
tanta belleza?
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