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Mostrando entradas de agosto, 2011

en esa terraza

En esa terraza anida un perro habitual que tiene miedos profundos. Está sólo y aburrido. Juega con unas hormigas para lapidar el tiempo. Y se asusta de las motos que gritan fuerte.   

en el galpón

En el galpón, tengo un domingo que confeccioné para que yo te guste. Le puse pimentón. Y árboles frutales al costado. También una gotita de viento, para que te vuele un poco el pelo. Y preparé una lluvia para cuando te estés yendo. La tengo  en la heladera. Cuando termine el sábado que viene, lo voy a dejar en el pasillo de tu casa.  

la música que mueve

Recuerdo que los viernes y sábados se nos pasaban bailando cuarteto. Y se nos iban muriendo los cuarteteros. Pero esta musiquita tenía roces que hasta hoy recuerdo: El de mi boca cerca de tu cuello y el de tu cola redonda en lo profundo del cierre de mi pantalón. Se daban en el mismo momento, cuando te hacía girar lentamente y te abrazaba desde atrás, y te retenía así un rato para halagarte. Y vos me tirabas el cuellito para atrás… ¡qué hermoso bailabas el cuarteto! Las curvas de tus piernas, para un lado y para el otro. Curva y contra curva, como aquel camino de las sierras cordobesas. Y más arriba los dos cerros que anticipaban tu cuello. Tenías todo Córdoba en tu cuerpo y lo que no tenías lo completaba la música. ¡pero qué hermoso bailabas el cuarteto!

verdulero

El pabellón auditivo del verdulero es propenso a portar  lapiceras. Pero siempre hay un lado hábil, el derecho o el izquierdo. El verdulero que cuento ahora, es habitué de tener una lapicera por pabellón. Y es el único caso que conozco. Lo hace porque es muy prolijo con las cuentas. Tiene la roja de un lado y la azul del otro. El sabe bien cual es cual. Como el arbitro con las tarjetas. Pero a veces, en el apuro, se confunde sobre todo cuando viene una señora que siempre se queja por los tomates machucados, entonces resolviendo la suma en voz alta, entre “me llevo uno” o “le pido a un compañero” de los nervios, saca la lapicera equivocada, porque la roja es sólo para el total. Es el verdulero más prolijo que conozco.

metegol

Tres muchachos rotan parejito y reiterado, cual mortal hacia atrás. Belleza de la sincronización. Giro incesante y exhaustivo de la mano caliente que ignora reglas y añora goles, falanges que golpetean endiabladamente la manivela, almas reñidas y competitivas, que fundan la esencia del molinete. La ITSF (internacional table soccer federation) o federación internacional de metegol, define al molinete o giro de barras, como "la rotación de cualquier jugador más de 360º antes o después de haber golpeado la bola". Esta federación considera a dicha acción, así como también a la sacudida de mesa, faltas graves. El gordo Jorge, que fue un fanático del molinete y la sacudida nunca leyó el reglamento   

momenticos

¡Que olor a humano que hay en esta casa! no se puede estar, un perro le dice a otro. La luna se pone a mirar la tierra que esa noche se ve bien redonda entre las estrellas. Un punto se quiso poner al principio, ¡sólo por hoy! pidió. Un girasol de un campo de Brandsen se colgó mirando unos pájaros. Y los animales no cruzan las rutas por miedo a los humanos sueltos. Mientras una piedra tropieza siempre con el mismo hombre, un río se sienta a la orilla de una mujer. Contempla sus ojos cristalinos, puros. La ribera de sus pechos salpicada con las olas del cabello y se pregunta: ¿cómo es capaz la naturaleza                                     de crear tanta belleza?

pescadores del sur

Dos hombres fuman 2 cigarrillos. Uno por cabeza. Orillas del mar más azul del mundo. Más al sur del mundo. Mirando horizontes azules como el mar. Como el mar más azul del mundo. Que los empana junto con el viento patagónico. Que llama al recuerdo y que trae el olor del pescado muerto, el silencio del pescado muerto. Apoyados en un barco abandonado, fuman y miran y las palabras que se dicen son pocas y cortitas.  

madres del todo

Chicas Mujeres Madres del todo Madres del toda Tenemos que entrar por el medio de tus piernas Tenemos que salir por el medio de tus piernas Tenemos que empezar en el medio de tus piernas Tenemos que ser a través de ahí  Por ahí Tenemos que volver a confiar en ustedes Las únicas que pueden dar vida Tienen el poder natural de la hembra El poder de abrir las piernas Y largar a la vida una vida Pero es por ahí Porque por el medio de tus piernas comienza todo. La mujer moderna tiene que descubrir nuevamente su instinto. Mandá mujer al 2020 Y descubrilo.  

el paraiso

El paraíso no es una playa de agua turquesa con palmeras arena blanca y un cielo azul. El paraíso es un monte, con un flaco meando cerca de aquel árbol un viejo y una vieja tomando mate en un tronco, una guitarra y una huerta para el que quiera alegrar el alma, quince grados pasto y animales para el lado que mires, siendo las seis de la tarde o las diez y media de la mañana mientras los  niños corren y se ensucian con los perros, que son de esos perros sin horarios, que se pierden los fines de semana.  

aventura

Caliento una pizza en el tostador y sale olor a milanesa después, cuando te beso, pienso en otra mujer y me voy. Me voy hasta Finlandia a matar un camello para comer en Navidad con toda mi familia y te mando una postal de Nicaragüa a la dirección de un conocido tuyo de la primaria que iba al otro curso. Viajo durante veinte días con una muda de ropa. Luego te extraño mucho y decido volverme en patines. Unas cuadras antes de tu casa, hay una estación de servicio que atienden minitas en calza, pero cuando paso no le miro el culo a nadie, porque te extraño, porque una vez supiste volverme loco y porque me acuerdo que íbamos al telo caminando…